ECOSISTEMAS - NIVELES DE ORGANIZACIÓN
Cuando
hablamos de ecosistemas nos referimos al complejo
sistema de relaciones que existe entre las comunidades de organismos vivos (biocenosis) y el medio ambiente en el que habitan (hábitat o biotopo).
ECOSISTEMA |
Esto
se refiere tanto a la dependencia mutua entre las diversas especies de seres
vivos involucradas, como al flujo de la energía y/o la materia que tiene lugar
en el medio físico, entendiendo estos procesos como un todo organizado y recíproco.
No
debemos confundir el ecosistema con el bioma. Este último término se usa para aludir
las diversas áreas o regiones geográficas del planeta, tomando en cuenta su
clima, su topografía y también en cuenta su presencia animal o vegetal, pero
que funcionan como unidades geográficas homogéneas. Un mismo bioma puede contener diversos
ecosistemas.
Dentro
de un ecosistema tienen lugar
diversas cadenas tróficas (alimentarias) también llamadas de transmisión de la
materia, ya que existe un circuito de descomponedores (hongos, bacterias,
etc.), productores (vegetales,
plantas, fitoplancton, etc.) y consumidores:
herbívoros (roedores, rumiantes, etc.) y también depredadores
primarios y secundarios (grandes felinos, aves de rapiña, cánidos salvajes,
etc.).
Tipos de ecosistema
Existen
diversos tipos de ecosistema en el mundo, clasificados de acuerdo al ambiente
en que tienen lugar, a saber:
Ecosistemas
acuáticos. Representan el 75% de todos los ecosistemas
existentes y tienen lugar bajo el agua. Eso significa mares, océanos, ríos,
lagos y nichos submarinos profundos, como la zona abisal. Sus especies están
adaptadas física y bioquímicamente al entorno acuático, el cual en condiciones
ideales no presenta demasiadas variaciones respecto a su temperatura y pH
(quizá con la excepción de las frías y oscuras zonas abisales).
Ecosistemas
terrestres. Tienen lugar fuera del agua y sobre la
superficie terrestre, lo cual implica también sus posibles variaciones de
relieve (montañas, planicies, valles, desiertos, etc.), y que a su vez implican
diferencias importantes de temperatura, concentración de oxígeno y clima. La
diversidad de especies presente en este conjunto de ecosistemas es enorme, con
predominancia numérica de los insectos y luego las aves. A grandes rasgos
pueden resumirse en: ecosistemas de desierto, de páramo, de bosque, selva y
sabana.
Ecosistemas
mixtos. Son aquellos que combinan dos medios físicos,
como el agua y la tierra (anfibio) o el aire y la tierra (aéreo). Los seres que
habitan estos ecosistemas suelen desplazarse mayormente en uno de los dos, pero
requieren del otro para el reposo, alimentarse o incluso procrear, dependiendo
del caso específico.
Ecosistemas
microbianos. Se refiere a los diversos organismos
microscópicos que, también, presentan relaciones recíprocas en su hábitat y
resultan indispensables, a la larga, para el sostén de las formas más complejas
de vida.
ECOLOGÍA
Ecología es la ciencia que estudia las
relaciones de los organismos entre sí y su medio ambiente. El término medio
ambiente incluye todos los factores inorgánicos (abióticos) y orgánicos
(bióticos), de los cuales depende el desarrollo de un ser vivo. Los factores
abióticos pueden ser materiales (suelo, agua) o energéticos (radiación solar). Los
factores bióticos son otros organismos. Los ecólogos son científicos que
estudian la distribución y abundancia de las especies y sus relaciones con el
ambiente.
La ecología
humana es el estudio de los ecosistemas desde el punto de vista de la forma en
que afectan a los seres humanos y en la que resultan afectados por ellos. La
ecología humana incluye conocimientos de muchas ramas del saber: aspectos
químicos, económicos, políticos, sociales, éticos, y también estrictamente
biológicos.
Los ecólogos tratan de organizar el conocimiento
humano acerca de las interacciones que se presentan en la naturaleza y
desarrollan modelos que simplifican la realidad determinando las variables que
parecen ser claves en una situación dada. Una buena teoría o modelo, integra en
forma consistente y ordenada varias referencias separadas. Esto permite a los
científicos hacer predicciones sobre el futuro. Los modelos pueden ser
gráficos, verbales y los más elaborados se basan en fórmulas matemáticas o
estadísticas.
Ejemplos
de ecosistemas
1.
Arrecifes coralinos. Son
unas de las grandes concentraciones de vida del mundo submarino del planeta, donde
la vida se resguarda dentro y alrededor de las enormes estructuras coralinas
que constituyen una barrera natural. Proliferan las especies pequeñas (peces
diminutos, crustáceos, moluscos) que aprovechan la abundancia de materia
orgánica para procesos de nutrición y descomposición, sirviendo de alimento a
su vez para peces más grandes.
2.
Zonas abisales oceánicas. Estos
son ecosistemas extremos y de baja presencia de animales, ya que su ausencia de
luz no permite la fotosíntesis y por lo tanto tampoco la vida vegetal. La fauna
de estas zonas se ha adaptado a las enormes presiones ambientales y a la baja
cantidad de nutrientes, producto de la escasa fauna, mediante metabolismos
lentos y extremidades bioluminiscentes para atraer a las presas. Mucha de la
vida microscópica y descomponedora se sostiene a partir de la lluvia de materia
orgánica de la superficie, así como del aprovechamiento de la energía
geoquímica.
3.
Grandes
desiertos cálidos. Los
grandes desiertos cálidos del Norte de África, por citar un ejemplo, contienen
ecosistemas complejos y mucho más vastos de lo que se cree, caracterizados por
vegetación adaptada a la sequía y a las violentas temperaturas (calor de día y
frío de noche), así como una fauna de reptiles, aves, insectos y mamíferos
pequeños que sobreviven mediante sistemas de madrigueras.
4.
Selvas tropicales húmedas.
Uno de los biomas de mayor riqueza en ecosistemas lo constituyen las selvas
tropicales, como la Amazonía. Son gigantescos reservorios de vida tanto vegetal
como animal, organizados en cadenas tróficas de muchísima variedad. Sus ágiles
depredadores felinos o serpientes constrictoras, por ejemplo, se ve superada
por la oferta de mamíferos, anfibios, aves, roedores e insectos. Su frondosa y
también abundante vegetación aprovecha los suelos fértiles y húmedos por la
lluvia constante, así como la materia orgánica en descomposición que cubre los
suelos (ramas, hojas, frutos, animales muertos, etc.).
5.
Ecosistema polar.
Sometidas a temperaturas sumamente bajas, las zonas de la periferia polar no
carecen de ecosistemas. La Antártida, por ejemplo, a pesar de presentar cambios
drásticos en temperatura y poca luz solar durante ciertas temporadas, posee un
mar rico en plancton que sostiene un ciclo de vida marina adaptada a las aguas
heladas, como depredadores con cuerpos peludos y densas capas de grasa, que
pueden zambullirse en las aguas y pescar. Muchas de estas especies, hibernan
durante los duros inviernos, disminuyendo su consumo de energía al mínimo, o
migran a latitudes más cálidas, para regresar cuando lo peor haya pasado.
6.
Ecosistemas lóticos. Se
llama así a los que tienen lugar en los márgenes de y dentro de un río, arroyo
o manantial. Se caracterizan por adaptarse al flujo del agua, que arrastra
nutrientes químicos, especies vegetales e incluso animales.
7.
Ecosistemas lénticos. A
diferencia de los lóticos, los lénticos
son característicos de grandes masas de agua cerradas, que no fluyen sino que
permanecen estacionarias durante la mayor parte del tiempo: lagos, lagunas,
esteros y pantanos. En ellos prolifera la vida vegetal, dada su alta presencia
de materia orgánica aprovechable y de sedimentos, así como el frescor del clima
y la humedad ambiental. En la fauna proliferan las aves zancudas y los
anfibios.
8.
La alta montaña. Dado
su relieve de altura, que puede implicar una drástica disminución del oxígeno y
una gran exposición a los rayos ultravioleta, la vegetación de estas alturas suele
ser escasa y a lo sumo consistente en arbustos o hierbas. La fauna es
predominantemente insecta, así como de reptiles y aves que aprovechan su
capacidad de vuelo para depredar.
9.
La sabana. Un
buen ejemplo de sabana son las grandes planicies africanas, en las que la
sequía estacionaria permite sólo vida vegetal de poca altura, pero grandes
mamíferos rumiantes (antílopes, búfalos, etc.), depredados por felinos y
caninos de buen tamaño (leones, hienas, etc.).
10.Bosques fríos o de coníferas. En estos
bosques de clima frío y húmedo la abundancia de vida vegetal permite la
proliferación de cadenas tróficas adaptadas a la vida terrestre o a las altas
copas de los árboles, que pueden superar los 10m. La fauna se caracteriza por
mamíferos de grueso pelaje (osos, lobos, armiños), insectos, roedores y aves.
Individuo, especie, población, comunidad
Existen
en la Tierra seres vivos con diferentes niveles de complejidad biológica,
algunos son sencillos y otros mucho más complejos. También existen niveles de
organización ecológica que se inician con el individuo.
En la naturaleza, cada nivel es reconocido por sus
características que lo diferencian de los demás niveles al mismo tiempo que los
relaciona entre ellos.
Individuo. Todo ser vivo,
independientemente de su complejidad biológica, es un individuo, capaz de
realizar todas las funciones vitales: nutrición, relación y reproducción. Los
individuos de especies diferentes tienen particularidades que los diferencian
de los de otras especies. Ejemplos: un lapacho, un zorro, un leopardo.
Población. Es el conjunto
de los individuos de la misma especie que comparten un espacio geográfico en un
tiempo determinado. Una especie es un conjunto de seres con características
biológicas similares, que pueden cruzarse originando descendencia fértil.
Ejemplo: todos los lapachos de un área determinada forman una población.
Comunidad. Es el conjunto
de poblaciones animales, vegetales y demás seres vivos que comparte un área
geográfica en un tiempo determinado. Al convivir en un territorio dado, las
poblaciones comparten no solo el espacio sino los recursos que existen en él y
establecen distintos tipos de relaciones. La estabilidad de una comunidad
biológica o biocenosis está determinada por la variedad y cantidad de
poblaciones que la forman.
Ecosistema. Está integrado
por la comunidad o biocenosis en interrelación con el área o territorio ocupado
por esta. Entonces, en el ecosistema se distinguen componentes vivos, los que
forman la biocenosis y componentes sin vida, los que constituyen el biotopo.
Todos los ecosistemas acuáticos y terrestres
constituyen la biósfera.
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