jueves, 16 de noviembre de 2017

LAS CONSTELACIONES

LAS CONSTELACIONES




Entendemos por constelación a aquel grupo de estrellas que tienen una forma y características específicas. Las constelaciones son formas artificiales creadas por el ser humano para entender de mejor manera un grupo particular de estrellas y si bien las mismas no están marcadas en el espacio, la astronomía establece líneas y conexiones entre ellas formando diferentes figuras y símbolos (que por lo general representan personajes míticos).
La constelación es, entonces, una forma que se establece simbólicamente sobre el cielo estrellado que observamos desde nuestro punto en el planeta Tierra. Un detalle importante a tener en cuenta es que las estrellas o cuerpos celestes que forman parte de una constelación pueden no estar cerca unas de otras a pesar de que a simple vista parezcan todas iguales. Por lo general, las constelaciones cuentan con estrellas de diferente tamaño, siendo algunas más brillantes y notorias que otras.
La organización de las estrellas en constelaciones es una práctica que existía ya desde tiempos antiguos cuando civilizaciones como las mesopotámicas, las griegas y las orientales llevaban a cabo tal práctica. Esta acción tenía como objetivo principal distinguir de manera más accesible y rápida las estrellas, lo cual servía para la ubicación tanto terrestre como marítima. De más está decir que, al mismo tiempo, estas constelaciones recibían un carácter mágico trascendente y de ahí que se las relacionara con animales o personajes míticos.
Las constelaciones se pueden dividir en aquellas que están al norte y aquellas que están al sur del Ecuador. Hoy en día, se siguen analizando y tomando en cuenta, estando por ejemplo representados todos los personajes del Zodíaco. La Unión Astronómica Internacional reconoce a 88 de ellas. La mejor manera de observar las constelaciones es desde un espacio abierto, ya que los centros urbanos (debido a las edificaciones y a la contaminación aérea) no permiten observar más que un par de ellas.


Las constelaciones y el zodíaco

Las constelaciones dan origen o son causa de incontables historias, pero también son como ventanas que nos permiten conocer el Universo.
A través de sus imaginarias figuras observamos nebulosas, nuevos planetas, cúmulos estelares, galaxias, estrellas que han estallado...
Maravillas que estimulan nuestra ansiedad y nos llevan por diferentes caminos en busca de nuevas explicaciones.
El Cosmos presenta un clásico espectáculo sobre leyendas y mitología de las constelaciones. A través de los viejos relatos, se presentaban las ideas de antiguas culturas como la griega, egipcia y de pueblos africanos y americanos, que veían en las estrellas figuras de personajes y animales, y sus variadas interpretaciones. Para comenzar este viaje visitarnos las más conocidas, como lo son las constelaciones del zodíaco.

 ARIES:
Aries, primera en el zodíaco, es una antigua constelación creada por las tribus nómadas de Mesopotamia, que consideraban al carnero como uno de sus más preciados animales domésticos. Los egipcios también identificaron este grupo de estrellas como un carnero, animal asociado con su principal dios, Amón Ra. Luego los griegos asignaron a esta constelación el mito del Vellocino de Oro. El vellocinio de oro de este carnero fue premio conseguido por Jasón, líder de los Argonautas. En su versión más conocida representa la fuga de Frixos y Hele, hijos del rey de Tesalia, quienes recibieron la ayuda del dios Hermes (Mercurio romano) para escapar de la crueldad de su madrastra. Hermes dio vida a un carnero mágico con lana de oro y en su lomo los dos hermanos escaparon hacia el cielo. Hele resbaló del carnero e el estrecho que separa a Europa de Asia, lugar que los griegos llamaron Helesponto, el mar de Hele, y ahora conocido como Los Dardanelos.

TAURO:

Tauro, la segunda constelación zodiacal, es una de las más antiguas y más conocidas, ocupa 800 grados cuadrados de bóveda celeste que contienen en su interior varios objetos de alto interés astronómico de muy fácil acceso observacional. Tauro ha simbolizado a lo largo del tiempo un dilema mitológico pues mientras que para unos es un gran animal que defiende a las Pléyades del gran cazador ORION, para otros es el gran dios ZEUS, mientras que para los más místicos veían al buey APIS. Por una parte, la constelación podría representar simplemente un par de cuernos, puesto que el cuerno fue un símbolo de fertilidad y opulencia en muchas culturas durante miles de años. Riqueza que estaba ligada naturalmente a la fecundidad de la tierra representada por la siembra agrícola, tarea que anunciaba esta constelación verificando la llegada del equinoccio Vernal hacia el año 4.000 antes de Cristo. También podría estar ligada esta constelación a la leyenda de Europa, la hija del rey Aganar, y un toro. Un día en que la hermosa princesa paseaba hacia la costa acompañada de sus doncellas para recoger unas flores, Zeus quedó prendado de ella y aprovechó esta ocasión para acercarse a ella, para lo cual, Zeus se transformó en un Toro blanco y dócil que se acercó a la princesa sin levantar recelos. Europa, atraída por la bestia, le hizo una guirnalda de flores y se la colgó alrededor de la cornamenta, lo paseó por la pradera y los amansó como a una oveja. Entonces la bestia, aprovechando el atrevimiento de Europa que se había montado a sus hombros corrió hacia la playa y, de repente, para sorpresa de Europa, la bestia se echó al mar y llevó a la princesa a Creta sobre sus hombros. Cuando llegaron a la costa cretense, Zeus tomó a Europa y de esta unión, la princesa tuvo tres hijos, el primero de los cuales fue Minos, Rey de Creta, que, Desde la ciudad de Cnosos dominó el mar Egeo, considerado un gobernante justo. Minos, de hecho, fue el título que se otorgaba a los antiguos gobernadores de Creta y la leyenda habla, posiblemente, de su origen místico.

GÉMINIS:
Géminis es la tercera constelación zodiacal. Según la mitología griega los gemelos se llamaban Cástor y Pólux. Nacieron a partir de un huevo puesto por Leda, reina de Esparta tras un romance con Zeus convertido en cisne. Cástor era el hijo mortal del rey Tíndaro mientras que Pólux inmortal era hijo de Zeus. Ambos gemelos viajaron al país gobernado por Idas y Lince, siendo Castor asesinado por Idas mediante una Lanza. Pólux respondió a los ataques de Linceo y acabo matándolo, más tarde Zeus intervino matando a Idas. Tras la batalla Pólux rechazo su condición de inmortal al no poderla compartir con su hermano Cástor.
Zeus decidió conceder la inmortalidad a ambos con la condición de que alternasen sus días entre el reino de los dioses y el infierno.
Poseidón convirtió a los gemelos en protectores de los marineros ya que ambos habían formado parte de la tripulación de los argonautas, que junto con Jasón enrolaron con el fin de recuperar el Vellocino de Oro.
Géminis es visible en el hemisferio norte durante los meses de otoño a invierno.

CÁNCER:
Cáncer es la cuarta en orden del zodíaco. Cuando Hércules luchaba con Hidra, Juno envió a este cangrejo para que atacara a Hércules. El cangrejo no tuvo éxito en su misión, sino que por contra fue aplastado. Pero Juno recompensó al cangrejo colocándolo entre las estrellas. La constelación de Cáncer es una de las doce constelaciones que forman parte del zodiaco. Es una constelación muy débil formada por cinco o seis estrellas (dependiendo de cómo la dibujes), de las cuales la más importante es la nebulosa del pesebre. Dicha nebulosa posee varias estrellas dobles e incluso triples. Para conocer la leyenda de Cáncer hay que remontarse a las infidelidades de Zeus, una de estas fue con una mortal, la cual tuvo como consecuencia el nacimiento de Hércules. Hera (mujer de Zeus) cansada de las infidelidades decidió vengarse creando doce pruebas que Hércules debería pasar, si lo lograba este quedaría en libertad.
En la segunda prueba Hércules debía de luchar contra una hidra de ocho o nueve cabezas evitando cortar la central, ya que esto haría que volviese a crecer el doble.
Hera observando la lucha, decidió ayudar a la bestia enviando a un escorpión gigante que hiciera de centinela a la Hidra.
Cáncer logro morder a Hércules en la pierna, pero este lo aplasto furiosamente matándolo y pidiendo ayuda a Yolao quien incendio el bosque quemando las cabezas de la Hidra, finalmente Hércules corto la cabeza inmortal de la Hidra enterrándola más tarde.
Pese a la derrota de estos, Hera recompenso a Cáncer por su esfuerzo dándole un lugar entre las estrellas.

LEO:
Los orígenes de la identificación del León con el Sol se remontan al período arcaico de la civilización mesopotámica. Los egipcios relacionaron a Leo con el orto helíaco de Sirius, y con las crecidas estivales del Nilo, puesto que tenían lugar cuando el Sol pasaba por el campo estelar de la constelación de Leo. En Egipto la cabeza de león se empleaba para decorar las compuertas de los canales; los arquitectos griegos y romanos la utilizaban para decorar fuentes y obras hidráulicas. En el mito de los doce trabajos de Heracles (Hércules en la mitología romana), Leo se identifica con el León de Nemea. En la historia, Heracles debe despellejar a un león monstruoso cuya piel era resistente a las piedras y al metal. Tras luchar con el león con sus manos desnudas y después de haberlo ahogado hasta matarlo, Heracles usó las garras del león para despellejado. Con la piel se hizo una capa que lo hacía invulnerable; y con la cabeza del animal, un casco.

VIRGO:
Virgo se relaciona con el mito de Astrea, hija de Zeus y Temis y diosa de la justicia. Según Hesíodo, cuando terminó la edad de oro y los hombres desafiaron su autoridad. Astrea regresó disgustada al firmamento.
En lo referente al sentido de Virgo como virginidad, ha variado a lo largo del tiempo. Las antiguas civilizaciones le daban un sentido muy diferente al que le dio posteriormente el cristianismo. 
Los pueblo de Mesopotamia y de Grecia consideraban a Virgo como una diosa que tenía la función de mediar entre el espíritu y la materia, así como la de unir la inteligencia con las necesidades de la vida. Así pues, se la consideraba por ello un ser relacionado con la procreación. El rito exigía que al igual que cada árbol daba su fruto, la mujer entregara su virginidad a la diosa con el fin de atraerse la fertilidad. La mitología greco-romana representa en este Signo el sexto trabajo de Hércules.
La constelación de Virgo representa al cinturón de Hipólita, que es un cinturón estilizado o "hymen" que le había dado Venus y Hércules partió a recuperar el cinturón para los Dioses, la reina luchó con él y Hércules la mató, dejando a las mujeres sin reina, privadas de dirección y de amor, por ello fracasó, ya que no tenía que matarla. Para intentar compensar su error, rescata a Hesione de las fauces de una serpiente monstruosa.
Ahora si miramos las estrellas podemos observar que Virgo, La Virgen es la segunda constelación más grande. Está relacionada con las cosechas, ya sea de vid o de maíz y se representa en el cielo con una espiga de maíz sobre su mano izquierda (la estrella SPICA). Se le relaciona con la diosa Griega de la cosecha Deméter (Ceres equivalente romano), pero también es vista como Astrea, como ya les he relatado anteriormente.

LIBRA:
Los griegos solían juntar las estrellas de Libra con las de Escorpio, aunque la imagen de las balanzas se conocía, y es posible que este simbolismo tenga un origen mesopotámico. Los autores romanos trataron a Libra diferenciándola de Escorpio. La balanza también simbolizaba la idéntica duración del día y de la noche en los equinoccios: hace dos milenios, el paso del Sol a Libra marcaba el equinoccio de septiembre. Fueron los astrólogos romanos quienes interpretaron las balanzas de Libra como las de la justicia, sujetas por Astrea, la diosa de la justicia.
Los romanos con el fin de asignar una constelación a cada signo del zodiaco colocaron la figura de Julio César y la partieron en dos partes de 30 grados cada una.
Lo que sostenía en la mano significaba la justicia y recordaba que fue él quien dividió el año en partes equitativas. Hasta que se adoptó el calendario gregoriano lo que hizo que este signo se llamara libra.
Esto representaba la igualdad del día, lo que suponía que la sombra y la luz tuviera la misma duración.
Este mito se representa por el séptimo trabajo de Hércules, cuando decide matar a un jabalí pero cuando va a realizar su trabajo se encuentra con un amigo centauro que le invita a festejar y beber vino lo que hace entrar a Hércules en un estado de embriaguez y olvidarse de su tareas sin darse cuenta y con la llegada de más centauros Hércules mata a su amigo, por lo que la muerte lo persigue.
Hércules decide volver a su trabajo y persigue al jabalí, consigue capturarlo y lo lleva al pueblo y dándose por victorioso da por finalizada su tarea.

ESCORPIO:
Según una leyenda, Orión era hijo de Poseidón, que era el dios del mar, y de Gea, la madre Tierra. Orión era un auténtico gigante tanto que podía pasar los mares sin que el agua le cubriera.
Orión después de pasar muchas aventuras, fue a la isla de Quíos, allí se enamora de la hija del rey Enopión, Mérote y él estaba tan enamorado que hasta le pidió el matrimonio. Enopión le dijo que para casarse con su hija debía exterminar a la mayoría de los animales que estaban causando pérdidas en la cosecha, pero cuando había hecho todo lo que le pidió, Enopión no cumplió la promesa.
Orión quería vengarse pero no lo encontró y enfurecido mató a todos los animales que se le cruzaban por su camino. Su madre Gea tuvo que intervenir porque había matado a muchos animales pero no le sirvió de mucho. A pesar de las advertencias de Gea, Orión siguió igual, pero a su madre se le acabó la paciencia y decidió mandarle un animal muy venenoso, el escorpión. Orión al verlo se reía porque pensaba que era ridículo, pero se confió demasiado pensando que no le podía hacer nada y el escorpión le picó en el pie, y Orión cayó al suelo.
Cuando vio que moría pidió ayuda a Zeus le dijo que lo pusiera en el cielo con los perros de caza y una liebre para que así cuando miraran hacia arriba lo recordara como un cazador, también poderse vengar de su madre.
Zeus se encargó de situar en el firmamento al escorpión, pero lo puso alejado de Orión para que no tuvieran que verse otra vez. Así que cuando desaparece Orión es cuando aparece Scorpius. Orión siempre aparece en invierno y Scorpius en verano. Otro mito de Escorpio nace de una vieja leyenda griega relacionada con el intento de violación de Artemis (la Luna) por el gigante Orión. En la leyenda se cuenta que Artemis se postró a los pies de su padre (Zeus) y, abrazada a sus rodillas, le pidió una corta túnica, un calzado de cazadora, un carcaj con sus flechas y un arco como el que tenía su hermano Apolo. En la mitología clásica, Artemis es la diosa de la caza y de los bosques y tiene como símbolo un oso. Orión era un gigante famoso por su belleza y su enorme fortaleza, hijo de la Tierra y de Poseidón. Su estatura le permitía caminar por el fondo del mar conservando la cabeza fuera del agua. Cuentan que un día se hallaba Artemis cazando cuando se le apareció en medio del bosque el gigante Orión. Este la vio joven y bella e intentó seducirla - se dice que el gigante intentó violarla-. Pero Artemis era una divinidad casta y para defenderse reclamó la ayuda de un alacrán. Este alacrán picó al gigante mortalmente y la liberó. Para recompensarle, más tarde la diosa lo colocó en el cielo. Justo en el lado opuesto de la constelación de Orión. Este es el escorpión que está representado en el cielo de verano. Orión brilla en las noches de invierno y su brillo mengua cuando surge la constelación de Escorpio. Por eso surge una competencia entre Escorpio y Orión.

SAGITARIO:
Sagitario, desde la mitología, esta constelación es la imagen del centauro Quirón, un ser que se distinguía de los demás por su sabiduría y conocimientos. Nació de los amores entre Cronos y la ninfa Filira, y tenía la extraña forma de mitad hombre, mitad caballo, porque su padre tuvo que convertirse en caballo para engendrarlo. Según la leyenda, su madre al ver que había engendrado un monstruo rogó a los dioses que la transformaran, siendo convertida en tilo (un árbol).
Quirón fue enseñado por Apolo y Artemisa en el arte de la medicina y la caza, estableciendo una consulta en una gruta y sus discípulos fueron numerosos: Cástor, Pólux, Ulises, etc. En el transcurso de un combate fue herido por una flecha empapada en la sangre de la Hidra de Lerna, lo que le produjo terribles dolores. Puesto que era inmortal, no quiso seguir viviendo con una perpetua agonía, por lo que con el consentimiento de los dioses ofreció su inmortalidad a Prometeo, muriendo poco después. Zeus lo puso entre los astros del cielo constituyendo la constelación de Sagitario (el Arquero).

CAPRICORNIO:
Para los mesopotámicos, Capricornio marcaba el momento del año en el que el Sol se hallaba en su punto más alejado al sur del ecuador: el solsticio de diciembre. La iconografía que representa a Capricornio como una cabra marina posiblemente tenga orígenes asirio-babilónicos, cuyo dios de la sabiduría, Oanes, era mitad hombre, mitad pez. Esta extraña figura reaparece a intervalos más o menos distantes entre sí en el golfo Pérsico, disfrazada de sirena e instruyendo a la humanidad artes y ciencias.
Entre los poetas latinos, Capricornio era conocido como “Neptuni proles”, “hijo de Neptuno”. En la tradición astronómica india, esta constelación se representaba como un cocodrilo.
Aparte de su forma combinada de cabra y pez, Capricornio se asocia con el dios griego Pan, conocido por su comportamiento lujurioso y por la invención de la flauta de pan. Algunos afirman que fue un sátiro; un hombre con patas de cabra, pezuñas hendidas y cuernos. Recibió sus honores cuando Rea envió al monstruo marino Tifón a destruir a los dioses del Olimpo. Pan se zambulló en un río y trato de convertirse en un pez para escapar. Pero sólo logró transformarse a medias, y cuando logró regresar a tierra, Tifón ya había desmembrado a Zeus. Para asustar al monstruo, Pan emitió un chillido, que permitió a Hermes (el mensajero de los dioses) recuperar los miembros arrancados de Zeus. Juntos, Pan y Hermes recompusieron a Zeus que recompensó a Pan asignándole un lugar entre las constelaciones.

ACUARIO:
Esta antigua constelación ha sido portadora de una tradición mitológica muy sólida que ha perdurado a través de varias transformaciones culturales. En el segundo milenio a. C., los babilonios representaban el jarrón como una urna que se desbordaba, y asociaron a Acuario con su undécimo mes (equivalente a nuestro enero-febrero) del año, cuyo nombre era “el curso de la lluvia”. Los egipcios vieron en esta figura la representación de Hapi, el dios del Nilo, encargado de distribuir las aguas de la vida; la urna era símbolo de buena fortuna. Esta analogía hace que la fortuna se asocie con algunas estrellas del jarrón y de la cabeza de la figura del aguador.
Las antiguas representaciones del aguador lo muestran como un hombre barbudo, ya maduro. Sin embargo, el tratamiento clásico de esta figura era muy diferente. Para el poeta latino Manilo (siglo I d.C.), este signo “es la juventud que se derrama y que fue sustraída de la Tierra”. Esto hace referencia al mito griego del niño Ganimedes. El hijo del rey Tros de Troya, Ganimedes, era el más hermoso de los jóvenes de la Tierra. Por ello, los dioses lo eligieron para que siempre llevara la copa dorada de néctar de los dioses y le concedieron el don de la eterna juventud. En versiones posteriores, Zeus, el rey de los dioses, deseaba al joven. Disfrazado como el águila de la misma constelación, Zeus raptó al muchacho y lo llevó al Olimpo para convertirlo en su copero personal.
Este rapto de Ganimedes llevado a cabo por Zeus, tuvo muchas repercusiones en el monte Olimpo. Su llegada desplazaba a Hebe, diosa de la juventud e hija de Hera, esposa de Zeus. Ésta se sintió ofendida por el insulto a Hebe, y por la vergüenza de saber que Zeus se había enamorado de un chico. La actitud de su esposa enfureció a Zeus, que glorificó a Ganimedes dándole un lugar en las estrellas.

PISCIS:
En la cultura cristiana, Piscis ha sido identificado con Cristo.
Se cree que en la antigüedad la figura de Piscis estaba formada por un solo pez. El astrónomo griego Eratóstenes (nacido en el año 276 a. C.) nos cuenta que el origen del simbolismo del pez está en Derke, una diosa siria que era mitad pez mitad mujer.
Los romanos crearon la idea de la diosa pez en el mito de Venus y su hijo Cupido (en la mitología griega, Afrodita y Eros). Estas dos figuras mitológicas fueron sorprendidas por el monstruo Tifón, pero Venus sabía que podrían escapar por el agua. Cogió a Cupido y se sumergió en el agua, donde ambos se transformaron en peces. Para asegurarse de que no se perderían, se ataron con una cuerda. En el cielo vemos, por lo tanto, a madre e hijo, unidos por una cuerda.

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