Características que nos hacen “humanos”
Los humanos somos probablemente la especie más rara
que jamás ha existido.
Tenemos cerebros extravagantemente grandes que nos
permiten construir complicados artefactos, entender conceptos abstractos y
comunicarnos usando el lenguaje.
También somos casi lampiños, tenemos mandíbulas
débiles y nos cuesta dar a luz. ¿Cómo evolucionó una criatura tan estrafalaria?
1 - Vivir en
grupo
Los primeros primates, el grupo que incluye a monos y
humanos, evolucionaron poco después de la desaparición de los dinosaurios.
Muchos comenzaron rápidamente a vivir en grupos. Eso
supuso que cada animal debía moverse en una compleja red de amistades,
jerarquías y rivalidades.
Así que vivir en grupos puede haber impulsado un
aumento sostenido de la capacidad intelectual.
2- Más sangre
al cerebro
Humanos, chimpancés y gorilas descienden todos de una
especie desconocida de homínido extinguida.
En este ancestro, un gen llamado RNF213 comenzó a
evolucionar rápidamente.
Esto puede haber estimulado el flujo de sangre hacia
el cerebro al ensanchar la arteria carótida.
3 – La división
de los primates: primeros cambios de genes
Nuestros ancestros se separaron de sus parientes
parecidos a los chimpacés hace unos 7 millones de años.
En un principio, tendrían una apariencia similar. Pero
dentro de sus células, el cambio ya estaba en marcha.
Después de la división, los genes ASPM y ARHGAP11B
empezaron a mutar, y están involucrados en el crecimiento del córtex
cerebral.
4 – Subidón de
azúcar: energía para el cerebro
Después de que la línea evolutiva humana se separó de
la línea de los chimpancés, dos genes mutaron formando proteínas que transportan glucosa dentro y fuera de
las células.
Las modificaciones pueden haber desviado glucosa de
los músculos hacia el cerebro de aquellos homínidos primitivos, y es posible
que esta glucosa los haya estimulado y permitido que crecieran los cerebros.
5 – Las manos
más hábiles
Nuestras manos son inusualmente hábiles y nos permiten
hacer bellas herramientas de piedra o escribir palabras.
Los pulgares oponibles son una de
los rasgos primordiales de los homínidos.
6 – Mandíbulas
débiles: más lugar para el cerebro
En comparación con otros primates, los humanos no
pueden morder con demasiada fuerza porque tienen músculos delgados en la
mandíbula.
Esto parece deberse fundamentalmente a una mutación
del que controla producción de tejido muscular.
Este cambio ocurrió hace entre 5,3 y 2,4 millones de
años. Las mandíbulas más pequeñas pueden haber liberado espacio para que crezca
el cerebro.
7 – Dieta
variada: carne en el menú
Nuestros ancestros primates más antiguos comían
principalmente fruta, pero especies posteriores como el Australopithecus
ampliaron su gusto.
Además de alimentarse con una variedad más grande de
plantas, como las hierbas, parece que comieron mucha más carne e incluso que la
troceaban con herramientas de piedra.
Más carne supuso más calorías y menos tiempo de
masticación.
8 – Pelados: no
más vello corporal
Los humanos son primates casi lampiños. Nadie sabe por
qué, pero ocurrió hace entre 3 y 4 millones de años.
Fue entonces fue cuando evolucionaron las ladillas,
que solo pudieron infectar el pubis cuando el resto del pelo había desaparecido.
Expuesta al sol, la piel se oscureció. A partir de
entonces, todos nuestros ancestros fueron negros, hasta que algunos humanos
modernos dejaron los trópicos.
9 - Conexiones:
un gen de inteligencia
Un gen llamado SRGAP2 fue duplicado tres veces.
Como resultado, nuestros ancestros tuvieron varias
copias, algunas de las cuales podrían haber evolucionado libremente.
Una de las copias mutadas resultó ser mejor que la
original.
Es probable que haya provocado que las células del
cerebro modelaran más prolongaciones, permitiéndoles formar más conexiones.
10 – Cerebros
más grandes: primates pensantes
Los humanos modernos pertenecen a un grupo o género de
animales conocido como Homo.
El fósil de Homo más antiguo conocido fue
hallado en Etiopía y tiene 2,8 millones de años.
La primera especie fue probablemente Homo habilis,
aunque este supuesto ha sido disputado.
En comparación con sus ancestros, estos nuevos
homínidos tenían cerebros mucho más grandes.
11 – Parto
complicado: una cabeza muy grande
Para los humanos, el parto es difícil y peligroso.
A diferencia de otros primates, las madres casi
siempre necesitan ayuda.
Esto es porque caminar en dos piernas supone un canal
pélvico más estrecho para el paso de un bebé humano, cuya cabeza ha crecido en
relación a sus ancestros.
Para compensar el parto dificultoso, los bebés nacen
más pequeños e indefensos.
12 - Control
del fuego
Nadie sabe cuándo nuestros ancestros aprendieron a
controlar el fuego.
La prueba directa más antigua proviene de la Cueva
Wonderwerk, en Sudáfrica, que contiene cenizas y huesos quemados de hace 1
millón de años.
Pero hay evidencias de que los homínidos procesaban
los alimentos incluso antes y de que eso podía incluir cocinar con fuego.
13 – El don del habla
Todos los grandes homínidos tienen sacos de aire en
sus tractos vocales que les permiten lanzar fuertes bramidos.
Pero los humanos no, porque esos sacos de aire hacen
que sea imposible producir diferentes sonidos vocales.
Nuestros ancestros los perdieron aparentemente antes
de que nos bifurcáramos de nuestros primos Neandertales, lo que sugiere que
ellos también podían hablar.
14 - Un gen
para el lenguaje
El gen llamado FOXP2 es crucial para aprender y usar el lenguaje.
El gen moderno se desarrolló en el ancestro común de
los humanos y los Neandertales: el FOXP2 neandertal es igual al nuestro.
15 – Saliva reforzada para comer carbohidratos
La saliva contiene una enzima llamada amilasa, que
digiere el almidón.
Los humanos modernos cuyos ancestros fueron
agricultores tienen más amilasa que aquellos
cuyos ancestros siguieron siendo cazadores recolectores.
Este refuerzo digestivo puede haber ayudado para dar
inicio a los cultivos, los poblados y las sociedades modernas.
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