APRENDIENDO A ESTUDIAR
Conforme
los alumnos van pasando de grado, las exigencias y las cantidades de tareas y
temas a estudiar van siendo cada vez mayores. Es entonces que se van dando
cuenta poco a poco de que estudiar sólo el día antes de un examen ya no es
posible.
¿Qué
son las técnicas de estudio? Consejos útiles a tener en cuenta
Una técnica de estudio podría definirse como aquel o
aquellos métodos que facilitan el aprendizaje.
A lo largo de este artículos señalaremos algunas de
las más eficaces teniendo en cuenta por supuesto que cada persona aprende de un
modo diferente y que lo que para muchos funciona para otros no.
Estudiar es un proceso en el cual tienen que estar
presentes un total de cuatro actos principales: comprensión, asimilación,
retención y razonamiento. Descúbrelos:
Comprensión: Se trata de
un acto primordial, ya que comprender enteramente aquello que se estudia
permite realizar un aprendizaje eficaz. Eso sí, se debe tener en cuenta que la
comprensión requiere: conocer el significado de las palabras, entender la
frase, distinguir en el párrafo lo esencial y necesario, y captar el
encadenamiento de las frases con el resto del párrafo. Es necesario crear un
glosario con los términos que uno desconoce, a fin de entender totalmente lo
que se está leyendo.
Asimilación: Tiende a ser
un concepto más amplio que la propia memorización en sí misma. Una persona
asimila algo cuando lo que entendió lo convierte en algo propio, exactamente
igual que si estuviera en su pensamiento. Esta capacidad de asimilación es sumamente
importante, pues es el estar consciente de para qué se dice algo sobre un tema
y por qué se dice.
Retención: Es una de las
funciones principales de la memoria que encontramos entre la fijación y el
recuerdo. Eso sí, se debe tener en consideración que aquel estudio que sea
única y puramente memorístico –y sin sentido- no tendrá valor alguno. Por este
motivo, para retener algo es necesario comprenderlo (primer paso), organizarlo y
hacerlo en forma inteligente. Confeccionar un resumen, un esquema, un cuadro
sinóptico o una síntesis pueden resultar de gran utilidad.
Razonamiento: En la
actualidad se pone mucho acento en el aprendizaje reflexivo, principalmente
porque se aprende mejor pensando y encontrando las razones de las ideas que
aprendiendo de memoria.
Básicamente
todo el tiempo que se emplea para estudiar debería ser el que se toma para
aprender, pero a veces no se puede llegar a esto. Estudiar y aprender es
posible si se adquieren hábitos y técnicas sencillas que ayudan a una mayor
concentración y rendimiento. A continuación encontrarás algunos pasos para
llevar a cabo con éxito tu aprendizaje y tus estudios. Son pasos fáciles que
con el tiempo se verán reflejados en tus notas.
1-
ORGANIZA TU
LUGAR DE ESTUDIO
Debe ser un sitio preferentemente iluminado y con
buena ventilación para que no te sientas sofocado. En lo posible trata de que sea
un lugar específico de estudio, donde nadie más se reúna allí mientras tú estás
estudiando.
Elimina de tu vista objetos de distracción, debes
poseer solo aquellas cosas que impacten positivamente en tu aprendizaje.
Si tu espacio de estudio se encuentra en tu hogar,
informa al resto de los integrantes de la casa que allí te dedicarás a estudiar
y que por favor durante ese periodo de tiempo no seas interrumpido.
Investigadores han confirmado que poner música
(instrumental, clásica, sin letra) ayuda a atraer las ideas al momento de leer
o escribir. Lo importante es que no te distraigas y termines cantando en lugar
de estudiar.
Es importante que determines en qué horario vas a
estudiar y que cumplas con dichas horas. Organiza tu día para que al momento de
sentarte a estudiar no te veas interrumpido por nada más. Ayuda mucho que tus
amigos y compañeros sepan acerca de tus horarios de estudio para que no te
interrumpan durante dichos lapsos de tiempo.
Antes de ponerte a estudiar, asegúrate que tienes lo
necesario para abordar el tema. Con eso evitarás interrupciones que redundarán
en tiempo perdido. Verifica que tienes los libros, papel, lápiz, corrector de
tinta, diccionario, calculadora, computadora encendida y todo lo que te ayude a
concentrarte mejor.
Seguramente mientras estudias descartarás papeles y se
generará cierto desorden comprensible. Lo importante es que al finalizar de
estudiar coloques todo en su sitio y limpies lo que se haya ensuciado, para que
el lugar se mantenga ordenado y listo para otra sesión de aprendizaje.
No comas mientras estudias, debes tener tus horarios
asignados para cada cosa, ciertas horas para estudiar, otra hora para comer,
periodos para descansar, etc.
Prestar atención en clases puede ahorrarte mucho
tiempo de estudio. Si posees una buena memoria auditiva, gran parte de lo que
escuches durante la clase te servirá al momento de estudiar.
Podrás sacarte tus dudas al preguntar a tu profesor o
maestro en el preciso instante en el que él está explicando y no te llevarás
las preguntas a casa.
Aprenderás la idea principal del tema y terminarás de
profundizar en tu lugar de estudio.
Descubrirás cuáles son las cosas más importantes que
necesitas aprender.
Los maestros o profesores siempre aportan algo que no
se encuentra en tu libro de texto, debes tomar nota de tal aporte y utilizarlo
al momento de estudiar porque puede ser importante.
De acuerdo a tus capacidades, puedes emplear distintas
técnicas para que puedas absorber eficientemente el material de estudio. Si
tienes memoria auditiva, quizás podrías leer en voz alta y grabar lo que estás
diciendo, para luego escucharlo como si fuera una clase. Si cuentas con memoria
visual, ayuda mucho escribir las cosas importantes de lo que lees para grabar
en tu mente la información.
Cuando hayas terminado de estudiar, haz de cuenta que
estás frente a una clase y explica el tema. Allí te darás cuenta de cuánto has
aprendido, de cuáles son tus dudas y cuánto más te falta por aprender.
Finalizado el tema, a veces sirve juntarse con alguien
a estudiar. Dialoguen sobre el tema y compartan conocimientos, esa persona
podría sacarte muchas dudas y tú también le enseñarías desde tu punto de vista.
No sirve de nada que te memorices todo, porque la
mayoría de las cosas se te olvidarán en poco tiempo. Para aprender debes leer
el texto, sacar las ideas principales, realizar mapas conceptuales y realmente
entender de qué se trata el tema. Memorizar es importante una vez que has
comprendido el tema, así comprobarás que no te tomará ningún trabajo memorizar
lo que ya has aprendido.
Periodos largos e ininterrumpidos de estudio no son
aconsejables, tu mente se agota, puede darte sueño y tu cuerpo necesita
estirarse, por lo que el aprendizaje se ve perjudicado.
Estudia durante cuarenta o cincuenta minutos seguidos,
luego tómate diez o quince minutos para caminar, tomar algo saludable, comer o
lo que necesites hacer.
Durante los minutos de descanso, trata de
desconectarte y no seguir pensando en tu tema de estudio. Verás que al reanudar
el aprendizaje tus pensamientos estarán más frescos y quizás hasta encuentres
la solución al problema que no podías hallar anteriormente.
Si no te levantas de la silla, mueve las piernas y los
brazos para reactivar la circulación de la sangre.
Trata de explicar el tema empleando tus propias ideas
y palabras. Muchos términos pueden ser reemplazados con palabras más sencillas
en vez de ser memorizados, corriendo el riesgo que tarde o temprano te olvides
de ellos.
Lo que hace el cerebro cuando uno duerme bien es fijar
lo aprendido. Al levantarte, recordarás mejor. Además, dormir una hora entre
dos jornadas largas de estudio sirve para 'reiniciar' la mente.
Si tienes demasiado sueño, es mejor que vayas a
dormir, cansado no se puede aprender bien.
3-
Consejos
Quitar los estímulos visuales y llegar al extremo de
quedarse a oscuras favorece el repaso mental y actividades como tocar guitarra.
Eso sí, no se te ocurra leer mientras tanto.
Aunque por higiene es importante bañarse, los expertos
lo recomiendan para despejar la mente. Comprobado por la sabiduría popular: una
ducha despierta a cualquiera y lo deja listo para pensar.
Recientes investigaciones confirman que hay un nivel
de estrés que favorece la concentración. Eso sí, demasiadas preocupaciones
'cierran' al cerebro a nuevos aprendizajes.
Cuando se aprende y practica otro idioma aumenta la
plasticidad del cerebro, lo cual hace más fácil estudiar otra cosa.
Separa títulos con colores, decora las carpetas según
el tema y pega notas coloridas al lado de la computadora o entre los libros,
todo ayuda a la hora de incentivar tu aprendizaje.
Inventa tu propia forma de hacer mapas de lo que
aprendes. Pon en un papel todas las ideas que tienes y haz gráficos que
permitan estructurarlas.
Busca siempre el valor práctico de lo que estás
aprendiendo. Consulta otras fuentes, pregunta a expertos, etc. Así te
formularás tu propio criterio.
Estudiar simplemente memorizando al pie de la letra
hace que se olvide rápidamente lo que se debía aprender.
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